El Cuy y sus amigos [por Marco Palacios. 2]

Qué fechas. Marco Palacios nos envía una tira tras otra, dos el mismo día y a cada cual mejor, pero no pude ponerlas de inmediato porque llegaron ayer viernes, cuando yo estaba fuera de circulación en el blog, haciendo el Lovestory que aparece los sábados en Perú21. Hoy debí subirlas durante el día, pero, ya saben, Año Nuevo, la amanecida, y no les cuento más para no darles la lata.

Hablemos de las tiras. No les comento ésta, porque la están viendo. La sensual calata se publica sin pedir el nihil obstat de Necia, abstraídos por el despliegue de recursos de Marco y estas playas del Caribe.

La próxima se publicará mañana por la tarde, mientras esperamos las nuevas tiras que nos envíen. Recordamos a todos que lo que importa es su propia expresión y no estarse midiendo con nadie. Si Marco hace las tiras con fotografías, volumen, etc., espléndido, y si otros las hacen con un par de palotes, formidable también, si son suficientes para expresar la propia idea, que es lo que más nos importa.

10 comentarios

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10 Respuestas a “El Cuy y sus amigos [por Marco Palacios. 2]

  1. Oswaldo (Chacho)

    Escribo este comentario justo después de leer el de Marco, en respuesta a la de Pepe (en su anterior tira). Si lo obsesivo (si lo es) de Marco con respecto a las panzas dibujadas e insistidas, se podrían explicar con un análisis freudiano; la insistencia en las calatas (acá incluyo a Juan) deberá ser más un análisis psicológico primarioso.

    Es cierto (a ver, ¿quién hace de fariseo?) que los hombres tenemos obsesión con el sexo y las fantasías sexuales con nuestras pares femeninas. Creo que esto es más cierto mientras más jóvenes somos. Yo tengo un amigo, cuyo argentinismo “Yo la haría de goma…” era repetido cínicamente cada vez que mirábamos a alguna chica bonita y de espectaculares curvas.

    La verdad es que son más ladridos que mordidas y la verdad es que no nos prestan atención. El sexo y los deportes (dice una caricatura) ocupan el 90% de la masa cerebral de los varones; yo no estoy de acuerdo con esa cifra, yo creo que con las justas llega al 85%, a mí que no me vengan con exageraciones. Y es que (machistamente) el 15% nos basta para hacer grande nuestra vida y la de la sociedad.

    Siempre me he preguntado (no me atrevo a preguntar al colectivo femenino) si ellas comparten esa obsesión (en porcentaje, quiero decir). No dudo (no soy estúpido) de que ellas también fantasean (salvo mi mamá y mi esposa) con algún buen “cuero”, pero creo intuir que los niveles hormonales causantes de esa fantasía les han favorecido a los machitos. Después de todo ¡Dios es hombre!

  2. No sé desde cuando resalto las panzas en los infantes o las caricaturas, aunque recuerdo fue al notarla tierna en un conejo. Creo que, al verla en otros dibujos también, añade cierto aspecto lúdico, juguetón, tierno y sobretodo infantil, cosa por la que recurro a ella constantemente en esos personajes, pero no en los adultos (Nótese a Humberto o «la calata»).

    Creo más bien, tal vez complementando tu idea Chacho, que las fantasias sexuales se hacen mayores con la edad, no necesariemnte por la cantidad sino por la poco a poco disminuida posibilidad de hacerlas realidad. Tal vez como prueba intangible que Dios ha dejado para demostrar la distancia entre deidad y mortal, ya que como bien dices (palabras sabias) Dios es hombre, jajajaja (necia, prepara tu cocacho)

    Un abrazo.

  3. Hola buen día

    Marco Palacios, te confieso que miré la tercera viñeta y ya no quize apagar la computadora. Excepcionales las curvas… de las nubes. Magistral el ondear… de las olas. Radiante, la chispa del brillo… solar, que enceguese al observador.

    La chica, es la naturaleza completa.

    Saludos

  4. Que raro se ve Humberto nuevamente humanizado. Dejo de ser perro, para ser el de antes, pero renovado.

    Feliz año nuevo a todos.

    PD: Marco Palacios, tus historietas y el formato que has adoptado, está muy bien trabajado. Felicitaciones.

  5. jajajaja, Carlitos, indudablemente tenemos la enorme virtud de hallar todo en una mujer. Amén por eso.

    Tocayo, gracias por las felicitaciones. Humberto humano, fue el recurso del que me valí para regresar al pasado, para compararlo con el presente, conservando su estilo hippie setentón con ese saco que nada tiene que ver con una tarde de sol, apelando a una de las tiras de Juan, la última que aparece en la revista «La Calle» en donde también aparece «la calata» y sucede lo mismo ( Orígenes del Cuy (VI) ), por eso el «Nada ha cambiado». Por otro lado, aunque el motivo de la rehumanización de Humberto fue específico, para ser sincero, me agrada (como en el inicio del Cuy), verlo así, humano.

    Un abrazo.

  6. sandovAL ALvarado

    Bacan la caricatura de Marco. Incluso la calata pelicorta, con vello axilar incluido si no se dieron cuenta… Esta vez el cuy con pichulita pero ya demasiado micro, ya pues Marco, hazle justicia al cuy, no te pido la pichula de Marianito pero ponle algo más pues varón…

    Playa del Caribe? Y por que no una playa del norte de nuestro país…??? Hace tiempo no voy al norte, un amigo me comenta que todas las chicas de la costa norte son puras Majus Mantilla, solo que como enamorados tienen a unos mostros… bueno la referencia a la Maju me anima a ir en este verano pal norte…

  7. Sand, para ser sincero, lo pelicorto de la calata se me pasó. Cuando recién vi la original (la de Juan) y volver al dibujo pensé que el cabello era corto. Después comprobé que no tanto pero ya había enviado el dibujo. Por otra parte tampoco quise engrandecer las ventajas del Cuy, …no vaya a distraer mucho.

  8. Pepe

    pelicorta? yo pense q se estaba agarrando el cabello, como exprimiendolo. Ahora, lo del cuy… recuerdo una entrevista a Enrique Iglesias (o me equivoco de artista? bah da lo mismo!), su respuesta cuando le preguntaron si saldria fotografiado desnudo fue: «not really, I am endowed as a guinea pig could be… «

  9. Oswaldo (Chacho)

    Pues yo la veo morena, con las axilas cuidadosamente descuidadas, la entrepierna rasurada y las piernas bien torneadas, algo de voluptuosidad en las caderas, los senos firmes y ligeramente grandes; el estómago se revela esbelto y con una agradabilísima ausencia de tejido graso. La piel la puedo intuir tersa. La cara es cuestionablemente atractiva, los ojos ligeramente achinados podrían revelar orígenes afro-asiáticos. Un análisis más cercano tal vez confirmaría la sospecha de haber tenido ayuda quirúrgica, sobre toda en las áreas de la cadera, el pecho y el estómago.

    ¡ES UNA DIOSA!

  10. Pepe

    el rack? pura silicona! pero sus caderas, cintura y muslos indican experiencia en lides propias del ring de las cuatro perillas… Los origenes de la diosa son mas bien del oriente peruano, chacho…! el pelo ensortijado es producto de una permanente hecha por alguno de los habiles peinadores de la Prospero… vaya! q tal imaginacion!!

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