El Cuy, en “El Comercio”, sección Luces, domingo 29 de julio de 2018

Uno se entera un día que hubo ese terremoto en el siglo XVIII, que borró al Callao del mapa y que
se trajo al suelo a Lima. Entonces, uno imagina que comenzaron de nuevo, pero, ¿imaginamos lo que es comenzar DE NUEVO una ciudad? No solo era levantar las casas, sino que, aparte de enterrar a sus muertos, curar a sus heridos, ir parando sus moradas, muchos encontraron propicia la oportunidad para plantearse: ¿Levantamos la ciudad como era? ¿Estaba bien como era o podemos hacerla más justa para nosotros los…? (aquí la pregunta se completaba de manera distinta: los españoles, criollos, mestizos, negros, indígenas, mujeres, jóvenes, viejos, laicos, religiosos, etc.) Es que, puestos a imaginar, ¿qué le cambiarían ustedes a la Lima en que vivimos? ¡Eso también tuvieron que plantearse los que vivían aquí después de ese sismo que se bajó todo!

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8 comentarios

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8 Respuestas a “El Cuy, en “El Comercio”, sección Luces, domingo 29 de julio de 2018

  1. La Necia

    hum… un minuto de silencio por la tapada… ¡entonces murió!

  2. Nada más triste que extrañar aquello que no ocurrió.

    Un minuto de silencio.

  3. Juan Flores

    Mi hermano arquitecto y sus amigos dirían que era el momento preciso, solo cuestión de rediseñar la ciudad y se construía una ciudad más justa… Era nuestro instante, y lo dejamos ir… los Videchet reconstruyeron sus edificios y todo fue, revolver todo, para que todo continue igual… buu

  4. necia, efectivamente, parece que la tapada ya fue

    baterillero, extrañar lo que no ocurrió tal vez es paladear lo que pudo ser. en todo caso, si no llegó a ser, qué se puede paladear. habrá que buscar qué se puede degustar, para que deje memoria

    juan flores, los videchet, las doña rancia, los «tajo» y los doctor chancho, ese grupo de adversos al cuy, y también otros nuevos, ocuparon los espacios. ¿qué pasó con nosotros, los que estamos más próximos al cuy? en mi caso, creo que me quedé, no me decidí a tiempo, me faltó visión y arrojo. me explico: tenía una chacrita en mala, el ministerio de agricultura nunca me dio el título que tanto tramitaba. siempre objetaban algo y tenía que presentar nuevos papeles, hasta que tras dos años de papeleo y mecidas, obtuvieron lo que querían: me cansé y vendí la chacra. después de unos años, cuando quise comprar otra vez, los precios habían subido mucho para mi bolsillo y me quedé sin el sueño de la casa en el campo. otrosí digo: años después tenía una plata y un amigo me recomendó comprar un departamento cerca a Miraflores, y habló con el dueño y me dijo que era una ganga. yo lo consulté con mi novia de entonces y ella me dijo que no era aquel un barrio al que un buen inquilino iría (y sí, era un barrio movidito). así que no compré el departamento y me fui tirando poco a poco la plata, hasta que ya no podía comprarlo (además que subieron un montón), y ese barrio se volvió fichito y yo ni quiero pasar por allí porque me peso por pavo. y ya sé que con eso no rediseñaba la ciudad, pero por lo menos mi vida ganaría en seguridad…

    ahora, como fuere que hayamos obrado, amigos, no hay que tirar la toalla. estamos vivos y en el ring, hay que seguirla y a ver si a la tercera va la vencida. ¡buena suerte!

  5. Chus

    Me encanta cada semana leer al cuy y extraño a la araña No, recuerdos de mi niñez y que hasta ahora me hacen reflexionar. Gracias Juan!

  6. Gracias por la reflexión amigo Juan.

    A paladear.

    Saludos

  7. Gracias, Chus. Al Cuy lo hago cada semana, pero a la Arañita también la extraño…

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