Capítulo 1. INICIAL

La arañita comenzó a vivir en el verano de 1987. César Hildebrandt me había llamado unas semanas atrás para que me encargase del suplemento «¡No!», de la revista «Sí» que estaba por nacer. Carlos Maraví era el dueño de la publicación, el hombre que ponía la plata para un proyecto ambicioso: Tener una revista importante. Las oficinas estaban en el edificio de Capeco. Allí encontré a gente que conocía de otras aventuras periodísticas, como Ricardo Uceda, Toño Cisneros, Víctor Hurtado… Pero no conocía a la mayoría de reporteros, jóvenes, una nueva generación, chicas bonitas, y también jóvenes que bailaban al son de Los Prisioneros, como Oscar Malca, o veteranos fogueados en el periodismo de investigación como Edmundo Cruz. Hildebrandt estaba convocando a un equipazo, dispuesto a crear la mejor revista nacional. No era una tarea fácil, estaba la consolidada «Caretas» con su estilo ágil y su toque de creatividad y buen humor.
El suplemento «¡No!» era lo mío y Hildebrandt la concebía como un valor agregado, una revista dentro de otra revista. Convoqué a los mejores humoristas gráficos y literarios de entonces, mis amigos de «Monos y Monadas» y «El Idiota», además de otros con peso propio. La mayoría de los dibujantes aceptó: Alonso Núñez, Darko Dovidjenko (Dare), Estuardo Núñez (Til), Pepe Sanmartín (PP), el pintor Juan Pastorelli, también Heduardo, que se retiró pronto (estaba en «Caretas»). No aceptó Carlín. Lorenzo Osores estaba en la China y no pude contactarlo. Entre los escritores estaban Rafo León («Caín y Abel»), Fedor Larco («Historia del Mundo y de los Peruanos»), Lucho Freire («Hola Loco»), China Zöllner («Miss Elania»), al comienzo Guillermo Giacosa.
El proyecto me pareció un desafío también en términos personales. Mis experiencias colectivas anteriores se habían dado en publicaciones de las que uno se sentía dueño, aunque en rigor no lo fuese: «Monos y Monadas», «Marka», «La Calle», «El Diario de Marka», «El Idiota»… Uno caminaba en sus locales como si fuera su casa. En «Sí» la empresa era de Maraví, a quien no veíamos con frecuencia ni era, claro, uno de los nuestros, sino un empresario exitoso. Esos guachimanes bien armados que cuidaban el local y a Hildebrandt tampoco eran de los nuestros, no los habíamos tenido jamás en los otros trabajos. La empresa Río Blanco, que editaba «Sí», era una empresa capitalista y eso lo tomé como un reto, había que aprender a desempeñarse en ese marco.
Trabajar con César Hildebrandt, haciendo una revista de humor, no era fácil. Con el suplemento «¡No!» él tenía una relación en dos tiempos: Dejaba hacer, no se metía mientras lo elaborábamos, pero en cuanto se publicaba me llamaba a la dirección y atacaba sin piedad casi cada producto. Mi tarea era defender el trabajo de mi gente. Algunas veces me pedía que echara a tal o cual autor, a sabiendas que yo no aceptaría. La edición, felizmente, comenzaba en mi casa, donde nos reuníamos y de allí cada uno partía a trabajar en su casa. En la relación con Hildebrandt hubo muchos momentos tensos, pero, con todo lo dicho, nos dejó hacer y eso se agradece.
La Araña No debe su nombre al suplemento «¡No!», del cual quise hacerla algo así como su emblema. Quería un personaje para esa función, pero no sabía qué sería, si un perro, gato, persona o cosa. Estaba en esas cuando una arañita, de las que llaman papamoscas, saltó entre los libros que tenía sobre el escritorio y decidí que estaba allí, sería una araña. La dibujé como una pelota negra con patas, más fácil no podía ser. Acordamos con Pepe Sanmartín que él utilizaría la figura de esta arañita en la diagramación y en viñetas de humor que aparecerían dispersas en la publicación. Yo la haría en historieta. Lo de PP duró cinco ediciones, mi historieta duró cuatro. Después la retomé y se extendió varios años.
La Araña No sobrevivió a la revista «Sí», y aún al diario «El Mundo», donde estuvo en 1995.  Las primeras aventuras se publicaron a razón de una página por semana, después subió a dos, y en «El Mundo» llegó a una página diaria. Puedo ver ahora cómo nació, en la casa de Pueblo Libre, de noche. Vi durmiendo a mis hijos Juan Francisco y Gabriel, partí de ese cariño, como si la hiciese para ellos cuando eran aún más niños…
La arañita comenzó a vivir en el verano de 1987. César Hildebrandt me había llamado unas semanas atrás para que me encargase del suplemento «¡No!», de la revista «Sí» que estaba por nacer. Carlos Maraví era el dueño de la publicación, el hombre que ponía la plata para un proyecto ambicioso: Tener una revista importante. Las oficinas estaban en el edificio de Capeco. Allí encontré a gente que conocía de otras aventuras periodísticas, como Ricardo Uceda, Toño Cisneros, Víctor Hurtado… Pero no conocía a la mayoría de reporteros, una nueva generación, chicas bonitas, y también jóvenes que bailaban al son de Los Prisioneros, como Oscar Malca, o veteranos fogueados en el periodismo de investigación como Edmundo Cruz. Hildebrandt estaba convocando a un equipazo, dispuesto a crear la mejor revista nacional. No era una tarea fácil, estaba la consolidada «Caretas» con su estilo ágil y su toque de creatividad y buen humor.
Hildebrandt había concebido al suplemento «¡No!» como un valor agregado, una revista dentro de otra revista. Este suplemento era lo mío. Convoqué a los mejores humoristas gráficos y literarios de entonces, mis amigos de «Monos y Monadas» y «El Idiota», además de otros con peso propio. La mayoría de los dibujantes aceptó: Alonso Núñez, Darko Dovidjenko (Dare), Estuardo Núñez (Til), Pepe Sanmartín (PP), el pintor Juan Pastorelli, también Heduardo, que se retiró pronto (estaba en «Caretas»). No aceptó Carlín. Lorenzo Osores estaba en la China y no pude contactarlo. Entre los escritores estaban Rafo León («Caín y Abel»), Fedor Larco («Historia del Mundo y de los Peruanos»), Lucho Freire («Hola Loco»), China Zöllner («Miss Elania»), al comienzo Guillermo Giacosa.
El proyecto me pareció un desafío también en términos personales. Mis experiencias colectivas anteriores se habían dado en publicaciones de las que uno se sentía dueño, aunque en rigor no lo fuese: «Monos y Monadas», «Marka», «La Calle», «El Diario de Marka», «El Idiota»… Uno caminaba en sus locales como si fuera su casa. En «Sí» la empresa era de Maraví, a quien no veíamos con frecuencia ni era, claro, uno de los nuestros, sino un empresario exitoso. Esos guachimanes bien armados que cuidaban el local y a Hildebrandt tampoco eran de los nuestros, no los habíamos tenido jamás en los otros trabajos. La empresa Río Blanco, que editaba «Sí», era una empresa capitalista y eso me pareció interesante, había que aprender a desempeñarse en ese marco.
Trabajar con César Hildebrandt, haciendo una revista de humor, no era lo que se dice algo «ligth». Con el suplemento «¡No!» él tenía una relación en dos tiempos: No se metía mientras lo elaborábamos, pero en cuanto se publicaba me llamaba a la dirección y atacaba sin piedad casi cada producto. Mi tarea era defender el trabajo de mi gente. La edición, felizmente, comenzaba lejos de la revista, nos reuníamos en mi casa y de allí cada uno partía a dibujar o escribir en su casa. En la relación con Hildebrandt hubo muchos momentos tensos, pero, con todo lo dicho, nos dejó hacer y eso se agradece.
La Araña No debe su nombre al suplemento «¡No!». Quise un personaje que representara al suplemento, pero no sabía qué sería, si un perro, gato, persona o cosa. Estaba en esas cuando una arañita, de las que llaman papamoscas, saltó entre los libros que tenía sobre el escritorio y decidí que el personaje estaba allí, sería una araña. La dibujé como una pelota negra con patas, más fácil no podía ser. Acordamos con Pepe Sanmartín que él utilizaría la figura de esta arañita en la diagramación y en viñetas de humor que aparecerían dispersas en la publicación. Yo la haría en historieta. Lo de PP duró cinco ediciones, mi historieta duró cuatro. Después la retomé y se extendió varios años.
La Araña No sobrevivió a la revista «Sí», y aún al diario «El Mundo», donde estuvo en 1995.  Las primeras aventuras se publicaron a razón de una página por semana, después subió a dos, y en «El Mundo» llegó a una página diaria. Puedo recordar ahora cómo nació, en la casa de Pueblo Libre, de noche. Vi durmiendo a mis hijos Juan Francisco y Gabriel, partí de ese cariño, como si la hiciese para ellos y para muchos niños como ellos…

LAN-01

«¡No!», suplemento de la revista «Sí», Nº 1; 23.2.1987

LAN-02

«¡No!», suplemento de la revista «Sí», Nº 2; 2.3.1987

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«¡No!», suplemento de la revista «Sí», Nº 3; 9.3.1987

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«¡No!», suplemento de la revista «Sí», Nº 4; 16.3.1987

La arañita comenzó a vivir en el verano de 1987. César Hildebrandt me había llamado unas semanas atrás para que me encargase del suplemento «¡No!», de la revista «Sí» que estaba por nacer. Carlos Maraví era el dueño de la publicación, el hombre que ponía la plata para un proyecto ambicioso: Tener una revista importante. Las oficinas estaban en el edificio de Capeco. Allí encontré a gente que conocía de otras aventuras periodísticas, como Ricardo Uceda, Toño Cisneros, Víctor Hurtado… Pero no conocía a la mayoría de reporteros, jóvenes, una nueva generación, chicas bonitas, y también jóvenes que bailaban al son de Los Prisioneros, como Oscar Malca, o veteranos fogueados en el periodismo de investigación como Edmundo Cruz. Hildebrandt estaba convocando a un equipazo, dispuesto a crear la mejor revista nacional. No era una tarea fácil, estaba la consolidada «Caretas» con su estilo ágil y su toque de creatividad y buen humor.
El suplemento «¡No!» era lo mío y Hildebrandt la concebía como un valor agregado, una revista dentro de otra revista. Convoqué a los mejores humoristas gráficos y literarios de entonces, mis amigos de «Monos y Monadas» y «El Idiota», además de otros con peso propio. La mayoría de los dibujantes aceptó: Alonso Núñez, Darko Dovidjenko (Dare), Estuardo Núñez (Til), Pepe Sanmartín (PP), el pintor Juan Pastorelli, también Heduardo, que se retiró pronto (estaba en «Caretas»). No aceptó Carlín. Lorenzo Osores estaba en la China y no pude contactarlo. Entre los escritores estaban Rafo León («Caín y Abel»), Fedor Larco («Historia del Mundo y de los Peruanos»), Lucho Freire («Hola Loco»), China Zöllner («Miss Elania»), al comienzo Guillermo Giacosa.
El proyecto me pareció un desafío también en términos personales. Mis experiencias colectivas anteriores se habían dado en publicaciones de las que uno se sentía dueño, aunque en rigor no lo fuese: «Monos y Monadas», «Marka», «La Calle», «El Diario de Marka», «El Idiota»… Uno caminaba en sus locales como si fuera su casa. En «Sí» la empresa era de Maraví, a quien no veíamos con frecuencia ni era, claro, uno de los nuestros, sino un empresario exitoso. Esos guachimanes bien armados que cuidaban el local y a Hildebrandt tampoco eran de los nuestros, no los habíamos tenido jamás en los otros trabajos. La empresa Río Blanco, que editaba «Sí», era una empresa capitalista y eso lo tomé como un reto, había que aprender a desempeñarse en ese marco.
Trabajar con César Hildebrandt, haciendo una revista de humor, no era fácil. Con el suplemento «¡No!» él tenía una relación en dos tiempos: Dejaba hacer, no se metía mientras lo elaborábamos, pero en cuanto se publicaba me llamaba a la dirección y atacaba sin piedad casi cada producto. Mi tarea era defender el trabajo de mi gente. Algunas veces me pedía que echara a tal o cual autor, a sabiendas que yo no aceptaría. La edición, felizmente, comenzaba en mi casa, donde nos reuníamos y de allí cada uno partía a trabajar en su casa. En la relación con Hildebrandt hubo muchos momentos tensos, pero, con todo lo dicho, nos dejó hacer y eso se agradece.
La Araña No debe su nombre al suplemento «¡No!», del cual quise hacerla algo así como su emblema. Quería un personaje para esa función, pero no sabía qué sería, si un perro, gato, persona o cosa. Estaba en esas cuando una arañita, de las que llaman papamoscas, saltó entre los libros que tenía sobre el escritorio y decidí que estaba allí, sería una araña. La dibujé como una pelota negra con patas, más fácil no podía ser. Acordamos con Pepe Sanmartín que él utilizaría la figura de esta arañita en la diagramación y en viñetas de humor que aparecerían dispersas en la publicación. Yo la haría en historieta. Lo de PP duró cinco ediciones, mi historieta duró cuatro. Después la retomé y se extendió varios años.
La Araña No sobrevivió a la revista «Sí», y aún al diario «El Mundo», donde estuvo en 1995.  Las primeras aventuras se publicaron a razón de una página por semana, después subió a dos, y en «El Mundo» llegó a una página diaria. Puedo ver ahora cómo nació, en la casa de Pueblo Libre, de noche. Vi durmiendo a mis hijos Juan Francisco y Gabriel, partí de ese cariño, como si la hiciese para ellos cuando eran aún más niños…
Ahora veamos a la Araña No en la inspiración de Pepe Sanmartín. Juguetona, como en los encabezados de la historieta inicial, pero descalza y sin guantes, sintiendo el ambiente…
LAN-de-PP-Sn-Mn-1-NO-230287
«¡No!», suplemento de la revista «Sí», Nº 1; 23.2.1987
LAN-de-PP-Sn-Mn-NO-020387
«¡No!», suplemento de la revista «Sí», Nº 2; 2.3.1987

44 Respuestas a “Capítulo 1. INICIAL

  1. juan luis

    solamente decir que es realmente exquisito leer y releer la Araña No, y gracias por extenderte en la explicación de la revista No y lo de la arañita en el libro.

    Felicidades por enésima vez, no dejo de celebrar la reaparición de la Araña No en mi vida.

    Saludos a todos los arácnidos y artrópodos quelicerados amigos de la Araña….sin olbidar a tobos los Rovin hesperando su hoportunida en la bida.

  2. Que bien Juan, permite tomar el texto y las imagenes para avisar que también llego la Araña No a tu pagina web.
    Abrazos
    Javier

  3. Amigos, no iba a escribir aún, pero su afecto tiene su efecto y me sacan de mis casillas. Allí voy.

    Juan Luis, yo no sé si los lectores de la Araña sean muchos, pero tu calidad de lector es lo que mantiene vivo a cualquier autor. Creo que hay personajes que salen de la pluma de uno, pero que existen antes que uno, que están como en el aire y uno tiende la mano o la mirada y ellos por allí entran y pasan luego al papel. A mis personajes yo me quedo mirándolos, tienen vida propia. A propósito, la Araña No concedió fue entrevistada recientemente por la revista Dedomedio. Voy a poner eso por algún lugar en el blog.

    Javier, os pasásteis. Gracias por la difusión en el visitadísimo blog LaNuez. Como ese capítulo es de sólo 4 páginas, lo puse completo, pero en los siguientes tendré que hacer una antología. Como tú eres animador, me surge la asociación de cómo sería la Araña No animada. Así paso los días, en especial los sábados como hoy, ensoñando. Hay tanto que se podría hacer. Hoy, por ejemplo, la Araña iría con Rovin a averiguar qué está pasando en Bagua, se repartirían uno a la casa de un indígena y otro a la casa de un policía, ambos asesinados, para desde sus familias plantearse el tema de la vida en la selva y en otros lugares del Perú, y la mirada burda de un Estado que, desde varios gobiernos atrás, se sigue mostrando incapaz de gobernar para todos los peruanos (de verdad, no usando esa idea para servir a ciertos empresarios).

    Perdonen el rollo, miro al cielo gris y luminoso, y brotan historias de ficción y realidad.

  4. Realmente no estaría nada mal tener una serie de aventuras con la Araña NO de protagonista, quizas en formatos (y divago un poco) de un minuto a tres con continuara, o websodios (o sea animaciones para la web de cinco minutos), me interesa podríamos empezar probando con un piloto.
    Saludos
    Javier

  5. Podría ser lo máximo, Javier. Ya charlaremos, ahora alucino, muchas gracias.

  6. Alvaro T.

    juan!! eres lo maximo tengo 25 años y me acuerdo cuando era pequeño me leia tus historietas de las revistas que guardaba mi papa en una caja, si es que no me falla la memoria habia unos capitulos del cuy cuando viajaban al futuro??? esos capitulos cuelgalos por favor!!!!

  7. Iván

    Juan:

    El suplemento «No» marcó una época de descubrimientos para mí. Como niño de entonces y aficionado a las historietas, descubrir una historieta contextualizada en plena Lima ochentera, donde teníamos a «No», a «Rovin» y al pequeño Torito presenciando atentados terrotistas; al Cuy y a Humberto viajando al pasado en contacto con los Cro – Magnon y los Neanderthal, me hace sentir una enorme nostalgia.

    Agradecería, si se puede, compartir algunas imágenes donde también se incluya a Rovin.

    Un abrazo,

    Iván

    Luego de hojear las impactantes notas del Semanario «Sí», llegar al Suplemento «No» era

  8. Mario S.

    Felicitaciones Juan!! yo me compré el libro y normal que ahora tenga la mayor difusión posible, compré uno de los últimos números así que lo conservaré con mucho aprecio, aparte que cuenta con tu firma que me la diste el día que presentaste Ciudad de Reyes en la Feria del Libro, un abrazo afectuoso y sigue publicando.

    Alguien por ahí tendrá los números de la revista No? yo tenía mi colección de los primeros números y un día de furia mis padres limpiaron mi cuarto allá por los 90’s y desaparecieron, ahora cada ves que voy a hacer mis compras de libros y revistas viejas por el centro de Lima siempre pregunto por esa revista con la esparanza de volverla a recuperar, en el camino he comprado varios números de Monos y Monadas de los 70’s y 80’s de los que en su momento sólo apreciaba las portadas, de ahí me nació el gusto por el humor político, algo que mi querida y futura esposa Giovana no comprende, sobretodo desde que le enseñé una portada clásica de Monos donde un par de policías han capturado una «Bala Perdida» y tienen a Miguel Bosé entre ellos, Mi amor es hincha de Bosé y eso la hizo molestarse un poco y alejarse un poco de ese tipo de humor, sin embargo el día de la presentación de Ciudad de Reyes quedó impresionada con tu exposición, le encantó tu libro y en casa se rió con la Araña No. Esta semana estamos peleados por una estupidez que yo hice pero confío poder arreglar las cosas, saludos a todos los fanáticos de las historietas!!.

  9. Gracias Juan por darnos de nuevo la oportunidad de encontrarnos con la Araña No y toda tu obra, léase el Cuy, Love Story, hasta los publicherrys… descubrí tu obra en la revista No! de niño, hurgando la habitación llena de revistas de mi tío, arrancando literalmente la revista No!, lo que me llevó hasta a encontrar algunas revistas del Idiota Ilustrado. Te doy las gracias por alegrar mi infancia y despertar así mi gusto por la historieta y el arte en general.

  10. Marcos

    Que tal nostalgia revivir los momentos de las historiestas peruanas, las que leia en mi niñez y causaron gran criterio para ver el futuro, las creaciones mas importantes se dieron en esos 80’s y 90’s donde EL CUY y LA ARAÑA NO fueron parte de la vida cotidiana, de mi vida tambien. agradezco poder encontrarlo nuevamente.
    Abrazos y saludos

  11. Juan, felicitaciones. Esta arañita es un gustazo, leerla es un placer.

    Buen trabajo el que realizas, no conocía mucho; pero ahora te admiro.

    Saludos.

  12. Está relinda esa Araña,y sus aventuras mejor aún,voy a seguir leyendo sobre ella.Gracias Juan,una vez más.

  13. jesfer2000

    Jajaja…La Araña «No», menudo recuerdo, es como si fuera alguien de mi familia por que le ponia el color a base de la entigua fotomecanica (siguiendo estrictamente las instrucciones que marcabas en el papel glasine, juancito), usando las tramas de celulosa cuando aún no existía el photoshop, por la araña No, me volví diseñador gráfico…bueno es curioso como algo así te puede cambiar la vida. Gracias Juan por por poner tus personajes en este Blog.

  14. karen

    jee es la primera vez q leo de la araña no.. soy muy joven debe ser por eso q no supe de este personaje,, pero debo decir q me gusto muxo … no hay mas?:D

  15. Karen, bienvenida. ¿Cuán joven eres? Aquí nos juntamos gentes de muchas edades y hablamos, normal nomás, de lo que vamos viviendo.
    Sobre la araña, te cuento: Hay un libro, «La Araña No», que contiene todas sus aventuras. Lo sacó Editorial San Marcos (Av Garcilaso de la Vega 274, y Jr. Dávalos Lissón 135, Lima). Se puede comprar allí, fijo, si es que no lo encuentras en Contracultura, Crisol, El Virrey o alguna librería grande. Yo subiría más historietas aquí al blog, pero estoy ajustado de tiempo y debo atender a otra historieta. Chau, éstás en tu casa.

  16. Víctor

    Hola Juan:

    Gracias por resucitar a la araña NO.
    Te felicito por tu trabajo: creativo y entretenido.

    Me has hecho recordar cuando buscaba con ansias el suplemento NO de la Revista Sí. Me gustaría una versión online del suplemento No y volver a ver a Caín y Abel, DELIDARE, til por til, etc.

    Ojalá te puedas comunicar con los creadores de esas publicaciones para que a través de internet puedan hacer un «remake» del suplemento NO o sólo sus publicaciones por separado como el tuyo.

    Muchos éxitos.

    Víctor

  17. Gracias, Víctor. Las publicaciones que indicas no se perderán, te lo prometo, como tanto que estuvo abandonado. Vivimos un tiempo en que hay varias iniciativas para rescatar materiales que poblaron nuestra imaginación en décadas anteriores. Creo que eso es bueno, y que sirva para enlazarlo con lo que se está creando actualmente.

  18. Miguel Tejada

    Estimado Juan

    Mi niñez estuvo ilustrada por las carátulas deMonos y Monadas, mi adolescencia y juventud por la lectura de El Caballo rojo y de Si-No. Al igual que muchos comentaristas, lo primero que buscaba en la revista Si era el suplemento No, y lo primero que leía-ad-miraba era a la araña No.

    Recién me entero que ha salido en libro, y corro a comprarlo

    Si logras que se suba a la red todo Monos y Monadas, sería un golazo.

    un abrazo

  19. miguel, la araña no la consigues fijo en el stand de editorial san marcos (no es la universidad), lo demás en contracultura

  20. Felicitaciones Juan desde AQP, eres un genio , cuando estuve en Lima el año pasado fui a la feria del Libro exclusivamente para comprar «La Araña NO»…
    Fuerte abrazo y sigue creando , que aparte plasmas la realidad del país.
    Cuentas con un admirador de tu obra y amigo en AQP.

  21. Gracias, cubayaranga, y que viva AQP. ¿Sabes qué escenario me rayó en Arequipa? La Casa de la Cabezona, a la que me llevó Alonso Ruiz Rosas, y en donde situaré, en todos esos laberintos que oparecen medievales, una de las nuevas aventuras del Cuy.

  22. Gran noticia , el Cuy en AQP y Alonso es un gran poeta.
    Será divertido leer esas aventuras…estaremos a la espera.
    JEAN CARLO

  23. Yo leía la revista «Sí» y el suplemento «No» gracias a mi papá, que siempre se preocupó porque leyéramos buenas revistas que nos ayudaran a mi hermana y a mí a formar opinión. Me trae nostalgia recordar esa época en que esperaba con ansias a que mi papá trajera la revista, primero devoraba «No» y luegos seguía con la revista.

  24. leonorsuarezognio

    Juan ¿tendremos la suerte de tener más de la Araña No por aquí?

    Claro que voy a darme un tiempito mañana mismo o el sábado para ir a contracultura a ver si tengo suerte… al centro de Lima, más tranca… pero la conseguiré… (como ansias por ver a Robin ¿o es Rovin? ji, ji… )

    Lo lindo de tenerla aquí es la facilidad de compartirla…

    Gracias mil maestro… un abrazotototote…

  25. Leonor, yo publicaría más páginas de «La Araña No» aquí, pero es una paliza eso de estar escaneando y adecuando la resolución, etc. Me alegra mucho que te gusten estas historietas, tenemos para rato poniéndolas así, de a pocos, y prometo que cuando pueda subiré más de la Araña No, Anotherman, Guachimán, Oratemán, Luchín González, etc. Pero antes, o al mismo tiempo, pasaré a limpio nuevas historietas que estoy haciendo

  26. carlos pinto

    muchas gracias por una juventud creativa que tuve con todas las caricaturas felicidades me han echo recordar mi niñes muchas gracias

  27. Mario Piscoya

    Que alegría volver a encontrar uno de los personajes favoritos de mi infancia: La araña NO! Recuerdo como mi hermano y yo esperábamos que llegara mi padre con la revista SI para poder «apoderarnos a escondidas» del suplemento NO y divertirnos con las extraordinarias aventuras de la arañita. Espero que la araña regrese!!!!
    Mi estimado Juan Acevedo, muchas gracias por proporcionarnos un poco de la historia de como surgió la arañita, y mantengo la esperanza de que pueda leer nuevamente las aventuras de la araña y sus amigos!!

  28. Mario, ¡feliz domingo! Gracias por lo que me cuentas, y nos cuentas. Me gustaría volver a hacer la Araña No, una de las historietas que más he disfrutado. Supongo que surgirá la oportunidad nuevamente, y mientras tanto sigo con todo lo que hago ahora. Un abrazote y feliz domingo para todas las amigas y amigos de este lugar…

  29. Buenos días a todos los que puedan estar en esta pagina y en especia a ti Juan y te tuteo porque me eres familiar, como un amigo de infancia, como un cómplice, como aquella Arañita que tanto quería de chiquito y que a diferencia de otros lectores era solo para mi…no había peleas con mi hermano mayor por la revista, ya que el prefería otro tipo de diversiones pelotear, andar por allí…Mi viejito feliz de que su segundo hijo se dedique de pequeño a la lectura no dudaba en regalarme mi suplemento NO, con la condición de después leerme la revista Si…Hoy al leer después de tanto tiempo este primer capitulo mis ojos se llenan de lagrimas, de alegría, de nostalgia , de emoción de ver nuevamente al Gusano Adulón, A la polilla, a el Comisario Torito y a mi querida Araña…Esta mañana al ver a mi Araña nuevamente vuelvo a ser niño, Esta mañana, mi viejito volvió a casa y me dio mi revista y se sonrió de que su niño lea humor político, hoy mi viejito esta conmigo, así se halla muerto en el 91 y todo por mi Aranita No…
    Un abrazo Juan y gracias por este lindo momento…

  30. Bellos recuerdos, Carlos Alberto. Gracias por compartirlos conmigo y con los amigos que vienen al blog. Te aseguro que la Araña No y Rovin, Malali, Act Riz, Honey y cuanta chica pasara por ahí, te saludan en coro, a ti y al niño que eres aunque otros Carlos Alberto hayan surgido, Un abrazo grande,
    Juan

  31. ferdinan jimenez rojss

    Quisiera ver la portada en la que aparece ls caricatura de jorge del castillo viendo las ruinas del tren electrico. Gracias

  32. Ferdinand, esa caricatura es del maestro Alonso Núñez Rebazza. Fue publicada como portada del suplemento «¡No!», de la revista «Sí», el 8 de junio de 1987. Fue premonitoria porque allí se decía «LIMA 2000», y el tren eléctrico fue inaugurado en 2011

  33. Gustavo

    Hola, a pesar que era muy chico recuerdo mucho la revista pues mi papá la compraba. Inmediatamente yo me apoderaba del suplemento No.
    Aparte de la araña y el cuy, recuerdo estos muñequitos ovalados como los que utilizó el supermercado Wong en sus inicios. Particularmente un número, en el que satirizaban la letra de una canción de moda «Yo no me llamo Javier».
    Quién era el dibujante?
    Saludos

  34. Gustavo, esta vez me agarraste en falta: Me suena la historieta que dices, pero no la recuerdo con exactitud. Preguntaré a Alonso Núñez o Pepe San Martín, que también estuvieron en el suplemento «¡No!».

    Artopal, no seas cachoso, quién te ha dicho que Videchet todo lo mete a los bolsillos. Él se abrazó a su parafernalia bélica y viajó a través del tiempo (otro día voy a contar cómo se puede hacer eso, es bien fácil, pero no se puede divulgar así no más).

    Baterillero, pues, sí, Videchet no solo se las trae, ¡se las ha traído!

    Necia, bien anotado todo, pero también lo que te señala el Baterillero: Parece que se te salió un gallo.

  35. Ricardo De La Cruz

    También la araña No, fue parte de mi infancia, cuando mi padre compraba cada semana y traía también consigo el suplemento No. La araña y el cuy eran mis favoritos, pero también recuerdo algunas otras historias de una sola publicación como «el sufrimiento de una bonita de mascar» o el de algunos personajes diminutos que navegaban en las aguas de un inodoro.

  36. Mario

    «Yo no me llamo Javier» de los Toreros Muertos, fué dibujada en la revista No por Pepe San Martín, también hizo, que recuerde una historia que se llamaba «Siempre hay motivo», donde se ve al personaje principal tomando licor en todas las celebraciones posibles, incluso cuando Perú pierde. En otra dibuja sobre las ventajas y desventajas del tren eléctrico.

  37. Hola Mario, bienvenido. Pepe San Martín diagramaba el suplemento «¡No!», de la revista «Sí», y se daba tiempo para hacer ilustraciones, viñetas de humor gráfico y hasta secuencias. En la revista «Debate» se convirtió en un clásico, ilustrando con humor encuestas y otros productos vinculados a la estadística. Actualmente no está en ningún periódico y por su cuenta publica afiches de inspiración ecológica. Cuando recuerdo lo que fue el primer año del «¡No!», me digo, ah, si nos juntáramos otra vez… Pero así es el fulbo, y se han perdido muchos espacios que tenía ya conquistados el humor gráfico y la historieta peruanos en los medios…

  38. Fabiola Mendoza Rivera

    Estimado Juan, mi nombre es Fabiola Mendoza y trabajo en la Dirección de Educación Primaria del Ministerio de Educación. Estoy en la búsqueda de textos variados y bellos para colocarlos en los cuadernos de trabajo que estamos reeditando para cuarto grado de primaria (Al final del texto colocamos lecturas variadas para los chicos) que se distribuirá gratuitamente en el 2018. El motivo de mi correíto es pedirte permiso para incorporar algunos capítulos de «La Araña No» en este cuaderno. Esperamos tu pronta respuesta.
    Aprovecho la oportunidad para felicitarte por la manera tan comprometida, versátil y divertida que aportas a la literatura peruana. Saludos.

  39. Hola Fabiola, bienvenida y gracias por tu mensaje. Me gusta mucho la idea de que La Araña No llegue a los niños del 4to de Primaria. Me gustaría saber qué capítulos te interesan y si hubiese una manera de hacer seguimiento a la experiencia, pues, mejor. Abrazo cordial

  40. juan chacon

    Hola Juan, espero que no te ofendas al tutearte. También me llamo Juan y, quizás, para mí la Araña No haya sido mi primer comic-serie que llevé a serio. En esa époco vivía en Huaycán, que era conocida como zona roja y yo mismo escuchaba los dinamitazos. Había un vecino que era muy ilustrado e intelectual entre las chozas que, a cada fin de semana, se iba a visitar a su mamá en un barrio pituco. Él me dejaba la llave de su casa y una vez hurgando, descubrí un montón de fascículos de la revista Sí y el suplemento No. Desde aquel día me volví fan y le pedí a tal vecino que me dejara leer las revistas. Nunca pensé que las historias de la aranã, Malali, Rovin Zancucox, etc me llenaran un pedazo de infancia triste. Hoy vivo en Brasil y estoy terminando mi docotrado en sociolingüística y solo tengo que decirle: mil gracias, maestro, por haberme dado algunos momentos de alegría y curiosidad!

  41. Hola, tocayo, bienvenido. Ahora estoy de pasadita, pero mañana respondo a tu comentario como es debido. Abrazo y hasta entonces

  42. Amigo Juan Chacón, qué hermoso sentimiento tiene lo que nos cuentas. Eran tiempos duros, tristes, violentos, pero ese niño que eras tenía una nobleza que sobrevivió y creció. Te agradezco mucho este testimonio, me da fuerza para seguir trabajando. Un abrazo grande y estás en tu blog, aquí puedes encontrar al Cuy, la Araña No y otros personajes que conociste en el suplemento «¡No!»… 🙂

  43. Rodrigo

    Me gusta gracias juan

  44. Bienvenido, Rodrigo. ¿Vienes del Facebook o cómo diste con el blog? Como verás lo tengo como a mi carro, bien cubierto pero quieto toda la cuarentena, que en el caso del blog es muy larga. Lo retomaré, pero ahora no doy fechas. Abrazos

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